Un sujetador de aros que no se adapta adecuadamente, puede dejar desagradables y dolorosas marcas sobre la piel. Una de las causas es que no llevamos el tamaño de copa adecuado o los aros son demasiado rígidos para nuestro pecho.
Para evitar marcas, los aros tienen que estar envueltos en una vaina suave y acolchada. Los aros deben abarcar toda la mama, sobretodo lateralmente, y no deben en ningún caso apoyarse sobre ella. Por este motivo, los fabricantes ofrecen una amplia gama de copas que se amoldan a la medida de cada pecho (de la copa A hasta la copa K).
En una tienda especializada os pueden tomar medidas para que sepáis la copa que os corresponde.